Juan Serafín Saavedra, el gran bailarín.
Mientras danza por momentos hay armonía, quietud,
bálsamo y luego se embravece, con interminable zapateo.
Sencillez nunca vista. Humildad hecha hombre, la
misma de todos los grandes.
La renovación que le insuflo a la danza hace que
todo un pueblo se arrodille ante su magia. Verlo a Juan es ver el arte en pleno
señorío. Es un ser que hace de la nobleza un caudal más representativo.
Y es un atalaya que observa sin atisbos de soberbia,
el amor inconmensurable de su público, que lo abraza a la distancia con toda
devoción.
Sus dones espirituales los transmite con su sola
presencia. Su hablar enronquecido nos silencia, porque solo queremos escucharlo
a él, por la profundidad de su discurso.
Danza y monte hacen una simbiosis y se transforman
en encantamiento. Resuena la tierra en cada desplazamiento del bailarín.
Juan es el maestro por antonomasia, porque es un
formador y, sobre todo, porque ha iluminado el sendero y continúa la antorcha
votiva, para las generaciones que lo siguen como promesantes.
Tiene el ángel que únicamente lo poseen los elegidos
como él, que transmite tanta paz, que solo un indiferente total, podría
permanecer ausente ante tanta tamaña majestuosidad.
En este andar por la vida como espectadora, en
ocasiones como alumna, puedo decir que Juan florece el paisaje con ese don que
Señor le dio a raudales y que el entrega diariamente con la misma generosidad.
Lucy Soria de Corbalán.
A Juan Saavedra
Desde lo ancestral
Resuenan los sones
De esta tierra.
La magia de la danza
Convoca al pueblo.
¡América! Grita
Su origen y cultura
De antiguas vivencias
Donde habitantes sumisos
Adoran el sol ardiente.
Hoy los sones resuenan
Para este: “Nuevo tiempo”
El bailarín de los montes
Pone su voluntad
Y sus ganas de danzar.
Es don Juan Saavedra
El nació en la Salamanca
Donde crecen los hechizos
Y se agiganta la magia
Para gozo de la danza.
Su nombre asoma
en el paisaje santiagueño
la danza y el zapateo crecen:
el artista anuncia
su designo de bailarín.
la zamba suena
Sandra Farias baila
Juan Saavedra acaricia
Con la magia del pañuelo;
Ambos dan amores.
Ada
Bravo de Gorosito
Juan junto a su compañera de baile y de la vida, Sandra Farias
El bailarin es un templo que representa la
manifestación del artista.
J.S
Juan Saavedra
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Creado por: Coronel, Maria Victoria - viky_l17@hotmail.com